El segmento de entrevistas a bomberos busca no solo recopilar información acerca de la historia de la institución, sino también, darles un espacio a nuestros bomberos para contar sus historias y momentos más importantes en el servicio. Por ello hablamos con Héctor Cervino, de la reserva del Cuartel Central.
-Yo ahora vivo en El Bolsón. Mi vecino de allá en el sur también es bombero; cada tanto nos juntamos y terminamos siempre hablando de bomberos.
¿De qué habla un bombero con otro bombero?
-De los incendios, de todas las salidas que tuvimos. De las anécdotas.
-Yo, por ejemplo, siempre me acuerdo de la vez que se incendió la Estancia La Juanita. La dueña del lugar nos regaló un llavero de oro a cada uno en agradecimiento. Todavía lo tengo, junto a mi casco, colgado en el quincho de mi casa, con un montón de fotos y recuerdos de bomberos.
¿Cuántos años de recuerdos tenés más o menos?
-Entré con 14 años, en 1967 más o menos así que te imaginarás que son muchos. Me acuerdo de venir a los incendios en bicicleta a la hora que fuese. Sonaba la sirena en la costa de arroyo y la calle San Martin, y nos subíamos a La Chancha o al Chevrolet (antiguas autobombas del cuartel) para salir directo.
¿Quién estaba a cargo de la delegación cuando entraste?
-En esa época estaba Martínez de jefe. Luego estuvo Hoyos, Pires, Scabuzzo.
-Con ellos tengo muchos recuerdos de salidas. Con Hoyos y Piris tengo una foto en un incendio de una papelería en la que estuvimos alrededor de 1 día y medio para apagarlo de lo grande que era.
Formaste parte de muchos cuarteles del país. ¿Notás alguna diferencia con el de Olavarría?
-Yo siempre lo digo. En bomberos ántes no teníamos nada, pero bomberos de Olavarría se hizo grande con el tiempo. Yo no creo que haya un cuerpo de bomberos en el país que sea como este cuartel. Conocí y trabajé con muchísimos, pero ninguno como este.
¿Qué es lo que lo destaca?
-El adelanto en maquinaria que tiene, la disciplina y el respeto por el compañero que hay acá. La unión esta en todos lados obviamente, pero en Olavarría es algo particular.
-Cuando se hizo la primera escalera mecánica en Argentina, por ejemplo, la hicieron los talleres Salguero. Yo estuve un año en Buenos Aires hasta que se construyó. Esa primera escalera vino directamente para acá, para el cuartel de Olavarría. El cuartel siempre estuvo un paso adelante en innovación y maquinaria. Lo que hay acá no lo encontrás en ningún otro lado.
¿Se podría decir que te tocó vivir un montón de cambios dentro de bomberos no?
-Si totalmente. Yo pasé de la época en la que eras cadete y luego bombero, a la época en la que Hoyos creó la escuela de bomberos. La escuela oficialmente se creó acá en el cuartel de Av. Colón. Pero realmente nació en Alsina. El vió que había muchos inscriptos y entendió que esos chicos tenían que estar capacitados antes de ser bomberos.
-Bomberos también me acompañó a mí en muchos momentos. Por ejemplo, cuando nació mi hijo yo estaba en un incendio. Llegué al cuartel, me enteré y salí corriendo para el hospital.
¿Se deja en algún momento de ser bombero?
-Jamás. Todo el tiempo pensas en bomberos. La gente de bolsón ya me reconoce. No soy Héctor de "tal calle", soy Héctor el bombero.